No menos que cualquier otro ser vivo, toda obra debe pasar la compleja experiencia de la experiencia que es el vivir.

Como ser vivo que es, la obra vive en quien la vive.

Margen meridiano no es material de un día, sino zona, tiempo y movimiento poéticos evolucionando a lo largo de unas décadas; es decir, creación crítica, interrogativa actividad poética.

La doy a los lectores, abandonándola en sus manos así como se lanza a la corriente del río un objeto amado.